5 formatos que innovan en presentación en Arte Heladero 182
Si algo bueno tiene estar en un sector que, pese a todo, continúa siendo estacional es que en el invierno los heladeros no hibernan. Todo lo contrario, cada vez más los profesionales intensifican su reciclaje profesional con una oferta más variada de cursos y concursos. Los efectos de este proceso de reciclaje se palpan cuando las heladerías abren sus puertas en primavera y en las páginas de la revista del sector, Arte Heladero. Precisamente en Arte Heladero 182 se dejan notar con fuerza las consecuencias más inmediatas de ese proceso intenso de reciclaje que el profesional se toma cada vez más en serio en invierno. En este sentido, técnica y presentación avanzan a buen ritmo.
La Copa del Mundo de Heladería 2018, el Concurso Cattabriga & Anhcea al Mejor Sabor Nacional, los cursos de Anhcea, los artículos que la revista encarga a profesionales de referencia son diferentes caminos que confluyen en un mismo punto, la presentación. Queda tanto por andar para avanzar en esta faceta del helado que es agua de mayo ver tantas propuestas imaginativas, estudiadas y bien ejecutadas en un mismo número. Y lo mejor es que encontramos buenos ejemplos de presentaciones más innovadoras en formatos tan diferentes como la tarta helada, la cubeta, el individual, la copa y el postre en plato.
1. Individual
Hace tiempo que el formato individual se trabaja a fondo en la pastelería. La elección de este tipo de presentación responde a varios factores, uno de ellos es el de ofrecer una alternativa a la tarta para adaptarse a hábitos de consumo muy diferenciados dentro de una misma familia. Su introducción en la heladería es más incipiente y se ha hecho su lugar en los cursos que imparte Mario Masiá y otros profesionales en Anhcea y en el apartado de mignons de la Copa del Mundo de Heladería cada año. Otros como el mexicano Gus Barbabosa nos muestran en este número interesantes individuales pistoleados, con atractivos cortes e interiores muy frutales.
2. Cubeta
Es el formato por antonomasia de la heladería, el que deja más margen de beneficio. Se puede decir que en buena medida la cubeta ha configurado la forma de trabajar del heladero, ha marcado la orientación de su trabajo de obrador y la temperatura de servicio o exposición del helado en la vitrina, de la que depende la formulación. En este número se verá este formato elevado a su máxima expresión para evidenciar que el granel también puede ser atractivo. La elegantísima cubeta que presentó el Equipo Español en la Copa del Mundo, la del combinado francés, los helados con los que se alzó Óscar Palacio en el Concurso al Mejor Sabor Nacional son ejemplos muy válidos para mostrar las posibilidades del formato.
3. Postre helado
Desde pasteleros como César Romero a cocineros como Paco Méndez, Luis Veira y Ángel León, el postre en plato es una fórmula inagotable, algo que ya se ha demostrado por activa y por pasiva. Y es que cuando el helado tiene todo el protagonismo se presentan infinitas derivadas para incorporarlo en el plato, tantas como el profesional imagine y el buen gusto permita. Incluso más allá de la quenelle. Es el espacio natural del helado gastronómico y del manifiestamente salado, una de las vías de negocio que se abren al heladero para poder dar rienda suelta a su imaginación y una nueva salida a su producto.
4. Tarta helada
Es el lugar en el que converge de la forma más natural posible la pastelería y la heladería. En certámenes como la Copa del Mundo de Heladería el momento del corte y degustación de este producto siempre concentra la máxima expectación. En este número se citan tartas con acabados tan efectistas como la de Gus Barbabosa, con formatos poco vistos como el sobre inspirado en las cartas que recibe Harry Potter a través de las lechuzas mensajeras, y la espectacularidad de las creaciones de la Copa del Mundo.
5. Copa helada
La Copa Helada Hechizo Mágico es la portada de este número, una virtuosa creación que es la suma de las aportaciones individuales de los miembros de un equipo único, así como del círculo de profesionales que los arroparon hasta el final. Esbelta, aparentemente sencilla y muy elegante, mereció la portada del último número por méritos propios.